La clase del 30 de mayo fue muy interesante ya que pusimos manos a la obra para fabricar papel por nosotros mismos. El primer paso fue procesar el papel traído (pre-procesado en casa), licuándolo para que sólo queden minúsculos pedacitos con las fibras necesarias para formar luego las hojas recicladas. En la batea se prepara la mezcla con agua y gelatina sin sabor (que funcionará como aglutinante). Lo importante en este paso es ver cuánta pulpa de papel agregar de forma tal que las hojas a producir no queden después ni demasiado gruesas ni demasiado finas.
Con el shablon levantamos la cantidad necesaria de la mezcla, moviéndola hacia los lados para lograr que las fibras se entrelacen y la hoja quede con un grosor regular. El shablon se coloca boca abajo sobre la friselina húmeda y con la ayuda de algún elemento que nos permita hacer presión, se traspasa la mezcla levantada a la friselina.
Sobre la hoja aún húmeda, se experimenta con colores o aplicando distintos elementos, como hojas secas, hilos, especias, servilletas con diseños, etc. Finalmente todas las hojas generadas (separadas con friselinas), se prensan durante un rato y luego se dejan secar.
